jueves, 12 de julio de 2012


Las Huellas del Pasado de la Patagonia 



  Hola, muy buenos días a todos, les damos la bienvenida nuevamente a nuestro blog. Hoy volvemos a la Patagonia, más precisamente a Santa Cruz, Hace unos 130 millones de años, durante el periodo Jurásico, el área que ocupa este Monumento Natural presentaba un clima estable de gran humedad. Densos bosques con árboles de porte gigantesco, entre los que merecen destacarse antiguos parientes de los pehuenes o araucarias, se desarrollaban en esta región. En los inicios del Periodo Cretácico, erupciones volcánicas que coincidieron con el levantamiento de la Cordillera, sepultaron vastas extensiones del territorio patagónico. Muchos de los bosques cubiertos por ceniza fueron sometidos a procesos de petrificación. Posteriormente, el viento y la lluvia dejaron al descubierto grandes sectores de este bosque petrificado, que en algunos casos ha quedado con los troncos en pie. Es posible caminar entre estos gigantes del pasado por un sendero peatonal en una visita guiada. Este sendero recorre 1.000 metros y permite apreciar grandes ejemplares de las araucarias.

  Hoy por hoy sobre estos territorios existe el Parque Nacional Bosques Petrificados el cual abarca cerca de 15.000 hectáreas y fue fundado el  5 de mayo de 1954 (nombrado Monumento Natural) con el objeto de preservar este testimonio del pasado de la región. Este se encuentra al noroeste de la provincia de Santa Cruz, en la zona central del departamento de Deseado, a 150 km al oeste de la localidad de Puerto Deseado.

  En épocas prehistóricas, el área fue asiento de poblaciones de cazadores-recolectores cuyos testimonios son los diversos y numerosos tipos de asentamientos hallados: «picaderos» o talleres, campamentos base, enterratorios y canteras para la extracción de materias primas. Entre estas últimas, la madera fósil de araucarias de este monumento era seleccionada para la fabricación de instrumentos de piedra.

Fauna

Choique
  Referidos a los animales que allí habitan, en general, gracias a que no recibe agresiones por la permanente vigilancia de la zona por parte de los Guardaparques, se deja apreciar con cierta facilidad en las inmediaciones del sendero de las araucarias petrificadas. Hoy los factible observar pequeñas manadas de guanacos y algunos confiados zorros grises. Chingolos, entre las aves, y lagartijas de variadas tonalidades, son comunes en el lugar. El camino de acceso también ofrece sus atractivos, siendo posible ver allí el piche patagónico y el choique o ñandú petiso. Este último, es un ave de gran tamaño, plumaje pardo grisáceo salpicado de blanco, cuyos machos son polígamos y se encargan de hacer los nidos, incubar los huevos y cuidar los pichones. También se pueden ver guanacos, , zorro gris y colorado, y maras o liebres patagónicas.

Comodidades

  Pequeño museo, centro de información, caminatas guiadas por guardaparques. Espacio para acampar, sin comodidades. Lleve agua.

  Principales sitios de interés

  El yacimiento más importante se encuentra cerca de la seccional de guardaparques. También valen la pena los faldeos de los cerros Madre e Hija.
  Otras actividades en la Zona
  Pesca y observación de aves en Puerto Deseado (150 Km)
Trekking y cabalgatas a lugares con pinturas rupestres en estancias cercanas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario